viernes, 8 de marzo de 2019

Tres poemas de Armando Añel de su libro "La pausa que refresca"





Superoveja


una oveja negra balando en la noche
una oveja negra bailando en la noche
una oveja negra durmiendo de día
cuando los pastores se asoman al contén
y deliberan

una estratagema con que destrozar
el corazón de la cuadrilla
lobo del hombre
perro de la perfecta oveja






Punto final



lástima de nadie
de los apostados en las bocacalles
en las esquinas como frutas de estación
ni siquiera de la frialdad con que la aguja
atraviesa el ojo del camello

en el umbral los gorriones se conjuran
y por la acera la cebra dice miau

nada quedó atrás
puesto que nada quedó enfrente
siempre estuve allí de donde escapo
a donde nunca ya podría volver





Soneto de amor al intercambio cultural




Me destolero, Miguel, me destolero
cuando cojo la seña equivocada
y Roberto me dice “estas errada
el intercambio es con Punto Cero”.

¿Por qué si la derecha no tolero
y la izquierda me tiene endiosada,
ando así, Retamar, desorientada,
como mosca al calor de un reverbero?

Tanto vagar detrás de la fachada,
tanto viajar como una condenada
y no compro inconciencia con dinero.

Cuando intento escribir me sale nada.
Cuando cojo la seña equivocada
me destolero, Barnet, me destolero.







Armando Añel (izq.) La Habana, 1966. Poeta, escritor y promotor de la cultura en Miami. Quien también ha publicado Juegos de rol, el libro de ensayos La conciencia lúdica, las novelas, Erótica y Apocalipsis; La resurrección, la compilación  de relatos Cuentos de camino; y La novela de Facebook.

jueves, 7 de marzo de 2019

El Eterno retorno y el retorno del imposible (Por Alexis Rosendo)




El Eterno retorno y el retorno del imposible
(Por Alexis Rosendo Fernández)

Si bien el fenómeno de la realidad parece totalmente real a nuestros sentidos; siempre se nos abre la brecha a través de la conciencia. Sueño, vigilia y acierto... El mundo onírico de muchas maneras es una construcción real mientras permanecemos en el. Alicia, como una espina clavada en nuestras mentes queda relegada al plano de libro infantil y de divertimento, pero necesariamente no es así... Otro caso sucede con Pinocho y el príncipe pequeño de Saint-Exupéry... Recordar lo soñado es toda una suerte. El poder instalarnos en tal mundo de fantasía, no deja de sobrecogernos. ¿A dónde va el tiempo perdido? (También pudiéramos preguntarnos si en realidad podemos “ganar tiempo” en algo) El mundo de la conciencia es la medida justa para todas las cosas. El tiempo no es más que un bojeo leve a través del misterio de la existencia.

La progresión entonces es una falacia. (Sí y no). Entre más se avance en la progresión como interpretación de la vida, mas se puede ordenar nuestro sub-consciente y nos acercamos al acierto. Pero se puede correr el riesgo de quedarnos atrapados en el mundo de lo paranoicamente concreto, lógico y razonable. Quedando atrapados a todo un cúmulo de represiones y manías puramente materialistas o de ganancia personal... Aquí, entra la poderosa enseñanza de la muerte, donde ante ella, debemos abandonarlo TODO.
Dicen los investigadores que en las antiguas culturas, no existen los conceptos de “sacrificio” o “esfuerzo” como lo entendemos hoy día en occidente, donde la educación y el crecimiento cultural y comprensivo de la existencia, se convierte en un lastre pesado y fastidioso. (En lo personal, siempre he visto el episodio de Cristo, como un ejemplo de tal descoordinación entre lo material y espiritual en las culturas “menos orientales”. El denso drama de la ejecución, sufrimiento y muerte, de un hombre justo, no hubiera sido necesario, por ejemplo en la China antigua o la India, donde lo material –incluyendo el cuerpo físico, es visto sólo como el ropaje del alma, el personaje “x” que venimos a desempeñar en la presente existencia; y no como la finalidad de toda existencia y experiencia posible.
Entonces sólo nos queda la aventura de la vida. La confluencia rica y holística de la experiencia, donde “vida y muerte” se transforman inmediatamente en plazas de entrar y salir en medio de una gran función en escena. Donde todo lo que existe es parte de la obra.


Desde la salida en una carrera, hasta llegar a la meta, nos parece todo un derroche de esfuerzo, nervios y angustia. Eso –precisamente, es la vigilia. El sueño es un entramado de realidad que está por pasar, si es absolutamente necesario para la puesta en escena. Un ensayo, un intento, un ejercicio donde nos  podemos poner a prueba y en contacto con toda la telúrica del sub-consciente. Donde el acierto, o profunda investigación consciente nos revela –de forma económica, lo verdaderamente importante y necesario... 
Donde el imposible –por más que nos abrume, es un metal retorcido que nunca servirá para espada.
El imposible es el ego, es la enfermedad de la contienda, del enfrentamiento desgastante... no se puede hacer nada con eso, sino renunciar a sus ardides y dejarlo marchar como un falso amigo.

El retorno queda reducido al regreso al hogar. Al acto de partir el pan en la mesa, junto al agua fresca de la paz conectada con todas las cosas... Todo se trata de “evocar”, de volver, de desechar cualquier miedo o agitación. Como al regresar en el día a día a casa sabiendo que alguien nos espera.

Donde cualquier parecido con la realidad no debe ser considerado como pura coincidencia.


Alexis Rosendo Fernández


Salgo a caminar. Poema de Alexis Rosendo





Salgo a caminar



Salgo a caminar
cuando las horas se visten
de griegas tragedias.
Cuando aún las luces no se han desnudado
completamente y persisten entre sombras.
Salgo a caminar
y me digo:
Ya vendrán tiempos mejores,
días mejores, instantes mejores.

Ya el monstruo de la incertidumbre se irá
solo al despeñadero.

Yo soy un viejo dinosauro,
yo soy un viejo hijo de puta,
yo soy un perfecto hijo de puta,
que se abstiene de apedrear a un perro,
que no devora pájaros, ni vacas inclusive.

Salgo a caminar despacio.
Salgo a caminar silbando.
Salgo.
Que importa el año,
que importa el día,
que importa cuándo.

Si todos los días se nace,
se vive, se muere.

(La Habana, 1988)




Alexis Rosendo Fernandez. Poeta, escritor
La Habana, Cuba. 1969. Reside en USA.

"Un verso" poema de Carlos Ramos Quintero




Un verso


(Para Ernesto Olivera, por su novela: "Donde crece el vacío")           





Un verso
Es el camino  que  llena  este  espacio
Donde  crece el vacío
Falto  de  isla  en  un  regreso  incierto
Mi  Habana  entre  sábanas  sentada  en  la  quilla
Como  una  mujer  necesaria
Iluminado Martí  de madre  y  patria
Ciudadano  continental
Aprendí  a  vivir  huérfano  de  ti  sin  traicionarte
Aché  Baba
Regresas  como  el  llanto  de ti mismo
Un  filme  en  pausa  que  debe  correr
Una  caricia  que  sola  enciende  la  noche
Soy  la  pasión  silenciosa
Gente de  Opó
Gente  de  Ofá  persiguiendo  el  tiempo

Iburú  burú  na  lawó  íba  burú
Lawó  iibarakatá
Á dia  fún  iigbá
Igba
Oyó  nile ó

Calle  Reina  y  San  Lázaro
Habana  vieja
La  palma  y  mantilla
Sarabanda  en  Sási
Orula  de  luz
El  secreto  es  lentitud  para  llegar  más  pronto
Ósun  fresco
Aquí  donde crece  el  vacío
Adifa  fún  Babá  male
Escucha  el  sonido  de  las  ropas  al  caer
Aché  Babá
Pati  llaga
Monte  oscuro
Guindabela  y  Sabrano  en  Sasi
Donde crece  el  vacío
Jacinto congo  ya  está  en  la  loma

Te  mi  kankán  un ló
Te  mi  wara  un ló
A difa  fún  Orunmila

Pisa  rápidamente
Aún  así  voy  a  continuar
Aquí  o  allá
Donde crece el vacío.









Carlos Ramos Quintero. Poeta, pintor. La Habana, Cuba 1964.  Tiene publicado
su libro "Ceniza fresca" (poesía). Actualmente reside en USA.



"Los sangrados logros" por Ernesto Olivera Castro.




Los sangrados logros

Para Carlos Ramos


No sangres viejo animal, la neurosis nos persigue, esa que impide morder los pezones 
mojados de la memoria. No sangres por nada, entierra la ternura, y disimula la soberbia 
con que te lavas la cara. Por la que sobrevives. No sangres por nadie. Ni por dádivas 
dionisiacas, róbatelas. Te arrebatarán lo que te dejes arrebatar. Te matarán lo que te 
dejes matar. No es sutil encogerse de hombros y romper la espada.

No derrames una lágrima de sal, mística rabia es llorar por dentro. Anda viejo animal, 
pégame, siente alivio de culpar a los demás, puedo tragarme tu mierda, la de los otros 
y florecer después de muerto.  No pares de bufar viejo animal.  La historia no me 
absolverá ni a nadie, la otra historia nos condena.

Aléjate de los ególatras que andan sueltos, como moscas dentro de mi esófago, insisto, 
el sosiego entra y sale por el útero. En fila india caemos. Miénteme viejo animal. 
Escóndete suburbio adentro, latido de los dioses borrachos. Alfil entre reyes mariconeando 
detrás de las damas de hierro. Tenías que ser tú. Envejeciendo en el gerundio. Enfermo 
entre papeles y despidos. No dejes estos desvaríos. Nos vamos de prisa, sin escribir un 
verso mas, sin recoger la camisa tirada en la silla.

Anda viejísimo bajo las sombras. No soy de metáforas domingueras para atrapar a los 
pobres de corazón. ¡Ah! Piadosa mía, soy encallao, loco de remate, de lunas mordidas 
por los bordes. Y no me importa que el viento arrase con mis versos si yo me quedo 
aquí contigo. Animal abandonado ¿Que no sabías? Más que una coartada es quedarse 
hablando solo, y escupir adentro por no escupir pa’ arriba. ¿Has  pateado ese amor 
castizo sin saber que también lucha para sobrevivir? El sentido está en el por qué 
perdonas o no perdonas, en los retazos de familia después de la guerra, y en la inmortal 
epifanía. El sueño muere cuando abres los ojos.

Un escalón más y otra vez Shakespeare, meando mis versos estrujados. Déjame solito 
viejo animal, finge dejarme, como esa fuga de miel que no se levanta de la cama, 
mientras escribo este electroshock erecto por gusto, hominización perdida.

Ando sin camisa comiéndome las uñas, al carajo esos trofeos goteando, y la mirada más 
allá de los acantilados, que ya no podemos alcanzar.




[Ernesto Olivera Castro. La Habana, Cuba 1962. Poeta, escritor y promotor de la cultura. Tiene publicado mas de media docena de libros de poesía; "Bah", "Islas de memoria" "Largo aliento" etc...y  la novela "Donde crece el vacío".]

miércoles, 6 de marzo de 2019

Desengaño...(Poema de Rodrigo de la Luz. 2019)




Desengaño
(Por Rodrigo de la Luz. 2019)


Deja que sepas que no eres más
que un experimento de la vida.

Cuando te enteres
que piel y puño fueron una causa.
Que perros y conejos
vieron caer la misma tarde
por el mismo costado.

Cuando sepas definitivamente
que este cielo de hoy
es el único cielo que te espera,
más allá de los valles
y los conglomerados.

Cuando por fin comprendas
que el grito de la boca y de la voz
fue sólo destinado a unos pocos oídos...

Entonces entenderás que cada luz divina,
cada fósforo, cada vela gigante
que tatuó rostros de humo en la cal de los años
eran también una engañosa manera de vivir.
















Rodrigo de la Luz. Las Villas, Cuba.1969. Poeta, pintor; entre otros tiene publicados los siguientes libros: "Mío mundo", "La luz que se prolonga" y "Cien Hombres, una Mujer y otros delincuentos"

domingo, 10 de febrero de 2019

"Por esplendor rendido" en medio de la dicotomía de la existencia...




Por esplendor rendido



No más que el esplendor que nos asola siempre.
En nombre de los pasos que han andado este camino,
entre la pulida piedra y el violáceo rayo
que alumbra los rostros en cualquier noche infinita...

Es éste un camino de voces desesperadas,
fragor donde se cuecen los abocados sueños,

desde cumbre de fracasos por la oscuridad del ala,
y la inmovilidad de la redundante semilla
                                   como embargo del cielo.

No más que el esplendor en su trayecto,
serpentina ola que regresa en su cosecha;
en medio de esta jungla donde habita
el jaguar oscuro,
custodiando el umbral de los reposados huesos;
más toda la gloria a un tiempo rechazada
y toda la acritud del devenir atento.

Y habita también el jabalí innombrable
de colmillo confiado y ojo pendenciero.
Dentro de la majestad de toda la indiferencia
como alimaña repentina que nunca vemos...

Y siempre en apretado paso,
como serpiente pulcra, esta eternidad detenida,
es manoseada como un vaso  por el recuerdo.
Huella, nunca la misma de la informe mano,
diestra en la pluma o el arco diligente,
al filo del artero lazo o la moneda,
en la afilada punta del cobre o de la piedra
sin retorno -como todo destierro.

Caprichoso martillo del orfebre,
y  del herrero la serena fragua.
Más la bruñida flor que se nos brinda,
y  sólo la bruñida flor como esperanza...

Por eso os digo:
Alzad vuestros ojos! 
Y contemplad sólo un momento,
más allá de la copa rebosada por la luna.
Mirad a los pinos prestos,
como abastecen de aire a los ágiles días
y consumen en silencio las rieladas noches
certeras de cantares como espadas…

Levantad vuestros ojos a lo nunca visto!
Y contemplad todo este divino juego...
Aquí  por demás, sobre estos rendidos signos,
donde son innecesarios otros templos.


                                                                   Spanish Edition




Premio Diogenes de Poesía, México 2024. Título: "En medio del tiempo de la espera" Autor: Alexis Rosendo Fernández.

  En medio del tiempo de la espera                                                                                            Para Suren, ...