sábado, 18 de septiembre de 2021

Textos breves: Alexis Rosendo Fernández

ALEXIS ROSENDO FERNANDEZ 
La Habana, Cuba. (1969). Poeta. Graduado de Laboratorios Químicos (1987). Tiene textos publicados en revistas literarias, como “Puente de Letras”, Miami Florida y “Cantaletras”, Durango México. Libros publicados “Verbum”, “Flores silvestres” y “En el corazón de una frambuesa” Reside en Miami, Florida desde 1996. 




Pero no era nadie

 

 Oí  un sonar de aguas

en la oscuridad de la tierra.

Como rallaban sueños

y

corrían gustosas

sobre el hierro y las piedras…

 

En la oscuridad,

oí  un gastarse lento y abundoso.

Pero no era nadie 

lavándose las manos.

 

 

 Veré la luz

 

 

                                               Resignadamente  bajo  el  cielo
                                                            yacen  las aguas  melancólicas.
                                                                      E. A. Poe.

 

Veré la luz y la niebla.

Siempre me abrazarán

sonidos nuevos,

inesperados.

 

Aquí  la luz

es ténue,

esforzada;

a veces

            las luciérnagas bailan.

 

Y  juegan  a ser

                    estrellas.

 

 

 En solitario

 

 No hay riesgos

En la hora develada

Ni en la ortiga

Espigada,

Si

En la piedra fría…

Donde

Acoso tu recuerdo.

Cuerpo a cuerpo.

 

 

Parecen

 

Parecen volver e irse

               como en un juego.

       Andar

dentro y fuera de Universo.

 

Parecen góndolas  mágicas,

                   estrellas viajeras.

 

Parecen volver e irse,

                vomitando fuego,

 creando el rito

                  de las imagenes.

 

Palpo a tientas,

                          ciego en la terrible

oscuridad de las voces.

                        Que vienen

                                            y van.

 

Parecen viajeras incansables…

sábado, 27 de febrero de 2021

El subconsciente en la piel: Los dibujos de un poeta.

Rodrigo de la Luz. Las Villas, Cuba.1969. Poeta, pintor; entre otros tiene publicados los siguientes libros: "Mío mundo", "La luz que se prolonga", "Poesía Viva" y "Cien Hombres, una Mujer y otros delincuentos". Actualmente reside en Miami Florida.
En mis dibujos hay una confrontación eterna, por cuanto a veces fueron hechos en una sala de lujo, otras veces sobre un terreno pantanoso. Mis manos delicadamente rotas, mis dedos de onicofago, resueltos al encuentro con la hoja, cada vez con más fuerzas trazan lo que parece, no una línea, sino una cuerda interminable (tal vez una cuerda de circo). En ocasiones el dibujo aparece saturado de imprecisiones, de relámpagos ambiguos, en otras, lo creo en mi mente y cuando parece nítido, decidido al encuentro, entonces se oculta, aunque luego reaparezca en mi mesa de trabajo transformándose a cada instante. Me gusta reflejar en ellos, historias inconclusas, la angustia de los pájaros, el placer de lo efímero; porque tal vez en ese placer, en esa angustia, en esa historia inconclusa, está mi propio mundo. Luego hay días que se alejan en jirones, cuando la mano descansa, agónica de jaulas. Noches hay en las que abarcan todo el tiempo, y en la mañana son lanzados al latón, por miedo a lo que dicen, o porque no dicen nada. Los dibujos te llevan a latitudes extraordinarias, te obligan a regresar en el tiempo, te reubican en las filas por la marcha de la vida. Son parte de la polea y de la inmovilidad, de la memoria y del futuro inesperado. Son como una ráfaga inocente, que procelosa esclarece las incidencias del tornasol. Son como un gallo de peleas, que es comprado para no pelear. Son -quizá porque no he aprendido a descifrarlos del todo- el misterio que más me preocupa, la incógnita que abunda secretamente en mi imaginación.

sábado, 21 de noviembre de 2020

Yo soy un hombre en el vacío... PAUL ELUARD.

 

Paul Eluard (Eugène-Émile-Paul Grinde), Francia 1895-1952. Destacado y original poeta francésde la escuela surrealista y dadaísta. Contemporáneo de Tristan Tzara; traba amistad con Louis de Aragón y André Breton en 1918. Publica en 1924, en medio de una crisis de dolor personal, enfermedad y desolación  “L'Amour la poésie”. Su segundo libro “Capitale de la douleur” publicado en 1926 lo coloca como poeta de primera línea. Después de conocer a Salvador Dalí. Entre otras publicaciones, lo sorprende una muerte prematura, dejando su póstuma colección de poemas “Le Phénix”, dedicado a Dominique –su último amor.





La muerte, el amor, la vida...

 

 

 

Creí que me rompería lo inmenso lo profundo.

Con mi pena desnuda, sin contacto, sin eco,

me tendí en mi prisión de puertas vírgenes

como un muerto sensato que había sabido morir.

Un muerto coronado sólo de su nada...

Me tendí sobre las olas absurdas del verano

absorbido por amor a la ceniza.

La soledad me pareció más viva que la sangre.

 

Quería desunir la vida,

quería compartir la muerte con la muerte,

entregar mi corazón vacío a la vida

borrarlo todo, que no hubiera ni vidrio ni vaho...

Nada delante, nada detrás, nada entero.

Había eliminado el hielo de las manos juntas,

había eliminado la osamenta invernal

del voto de vivir que se anula.

Tú viniste y se reanimó el fuego,

cedió la sombra el frío,

aquí abajo se llenó de estrellas

y se cubrió la tierra.

De tu carne clara  me sentí ligero...

Viniste, la soledad fue vencida,

tuve una guía sobre la tierra y supe

dirigirme, me sabía sin medida,

adelantaba ganaba tierra y espacio.

 

Iba sin fin hacia la luz...

La vida tenía un cuerpo, la esperanza tendía sus velas

promisoria de miradas confiadas para el alba.

De la noche surgía una cascada se sueños.

 

Los rayos de tus brazos entreabrían la niebla.

El primer rocío humedecía tu boca

el deslumbrado reposo remplazaba el cansancio.

Yo amaba el amor como en mis primeros días.

 

Los campos están labrados las fábricas resplandecen

y el trigo hace su nido en una enorme marea,

las mieses, la vendimia, tienen muchos testigos,

nada es singular ni simple,

el mar está en los ojos del cielo o de la noche,

el bosque da a los árboles seguridad

y los muros de las casas tienen una piel común,

los caminos siempre se encuentran.

 

Los hombres están hechos para entenderse

para comprenderse, para amarse,

tienen hijos que serán padres de los hombres,

tienen hijos sin fuego ni lugar

que inventarán de nuevo a los hombres,

y la naturaleza y su patria

la de todos los hombres

la de todos los tiempos.

 

 

Un solo pensamiento

 

 

Sobre mis cuadernos de escuela,

sobre el pupitre, sobre el roble,

sobre la nieve y en la arena

     escribo tu nombre.

 

Sobre las páginas leídas,

sobre las páginas incólumes

-piedra, sangre, papel, ceniza-

     escribo tu nombre.

 

En las imágenes doradas,

sobre los signos de la Corte,

sobre tizonas y corazas

     escribo tu nombre.

 

Sobre el desierto y en la jungla,

sobre la infancia de las voces,

sobre la rama y en la gruta

     escribo tu nombre.

 

Sobre el pan blanco de los días,

sobre el prodigio de la noche,

sobre la flor y las vendimias

     escribo tu nombre.

 

Sobre los cielos que azulan

en los estanques -muertos soles-;

sobre los lagos -vivas lunas-

     escribo tu nombre.

 

Sobre las colinas remotas,

en las alas de los gorriones,

sobre el molino de las sombras;

     escribo tu nombre.

 

Sobre los hálitos del alba,

sobre la mar y sus galeones,

sobre la demente montaña,

     escribo tu nombre.

 

Sobre el vellón de los espacios

y el estertor de los ciclones,

sobre el limo de los chubascos,

     escribo tu nombre.

 

Sobre las formas titilantes,

sobre la pátina del bronce,

sobre las físicas verdades,

     escribo tu nombre.

 

Sobre las rutas desveladas

y las sendas sin horizonte,

sobre las mareas humanas,

     escribo tu nombre.

 

Sobre la llama que fulgura,

Sobre la llama que se esconde,

sobre los techos que se juntan,

     escribo tu nombre.

 

Sobre la fruta en dos partida

del espejo que me recoge;

en mi lecho -concha vacía-

     escribo tu nombre.

 

Sobre mi can goloso y tierno

y en la oreja que atenta pone,

sobre su salto poco diestro,

     escribo tu nombre.

 

Sobre la grada de mi puerta,

sobre la loza y los arcones,

sobre las ascuas de la leña,

     escribo tu nombre.

 

Sobre la carne que se entrega,

en la faz del amigo noble,

sobre la mano que se estrecha,

     escribo tu nombre.

 

Sobre el vitral de los secretos,

sobre las bocas ya sin voces,

sobre los más hondos silencios,

     escribo tu nombre.

 

Sobre el albergue derruido,

sobre el escombro de mi torre,

sobre los muros de mi hastío

     escribo tu nombre.

 

Sobre la ausencia sin deseos,

sobre mi soledad insomne,

sobre los lúgubres aleros,

     escribo tu nombre.

 

Sobre la calma que retorna,

sobre los extintos pavores,

sobre el anhelo sin memoria,

     escribo tu nombre.

 

Y en el poder de tu palabra

mi vida vuelve a comenzar:

he renacido a tu llamada

     para invocarte:

 

     LIBERTAD!!

 

 

Segunda naturaleza:

 

El sereno mayal sometido al llanto

Se arremolina sobre las heladas nucas

Lo mismo hacen las fugitivas flores

Con el vaho de besos

En este surtidor que las fiebres

Coronan con el fuego de las lágrimas

y la agonía del más alto deseo

Anudad a las risas con los dolores

Anudad a los pícaros con los vivos

Suplicios miserables

Y a la caída con el vértigo.

 

El sol con cuidado sobre la faz crispada del mar

Todo lo obstruye y completamente azul

Sobre un hombre en el alba sobre el agua que oculta

A las nubes de astros maduros su sentido y su duración

Elevan sus párpados extenuados de vivir.

 

Inmortales miserias para profanar el hastío

Colocan el descanso sobre una roca de fatigas

El cuerpo se vuelve hueco el horizonte se cierra

Hacia qué luces conducirlas con la mirada alta

La frente obstinada salta sobre el agua como una piedra

Sobre un camino perturbado por fuentes de dolor

 

Que unas ondas eternamente renovadas purifican.

 

 

 

El espejo de un momento

 

 

Se disipa el día,

Muestra a los hombres las imágenes desligadas de la apariencia,

Quita a los hombres la posibilidad de distraerse,

Es duro como la piedra,

La piedra informe,

La piedra del movimiento y de la vista,

Y tiene tal resplandor que todas las armaduras y todas las máscaras

                quedan falseadas.

Lo que la mano ha tomado ni siquiera se digna tomar la forma

                de la mano,

Lo que ha sido comprendido ya no existe,

El pájaro se ha confundido con el viento,

El cielo con su verdad,

El hombre con su realidad.

 

 

 

El ave Fénix

 

 

Soy el último en tu camino

la última primavera y última nieve

la última lucha para no morir.

 

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

 

De todo hay en nuestra hoguera

piñas de pino y sarmientos

y flores más fuertes que el agua...

 

Hay barro y rocío...

 

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona.

A nuestros pies insectos pájaros hombres

van a escaparse

 

Los que vuelan van a posarse.

 

Claro está el cielo, la tierra en sombra

pero el humo sube al cielo

el cielo ha perdido su fuego.

 

La llama quedó en la tierra.

 

La llama es el nimbo del corazón

y todas las ramas de la sangre

Canta nuestro mismo aire..

 

Disipa la niebla de nuestro invierno

hórrida y nocturna se encendió la pena,

floreció la ceniza en gozo y hermosura

volvemos la espalda al ocaso.

 

 

Max Ernst

 

En un rincón el incesto ágil

Gira en torno a la virginidad del vestido corto

En un rincón el cielo liberado

Entrega esferas blancas a las espumas de la tormenta

 

En un rincón más claro que la totalidad de los ojos

Esperan a los peces de la angustia

En un rincón el carruaje de verdor del verano

Gloriosamente inmóvil para siempre

 

Ante el brillo de la juventud

De las lámparas encendidas con retardo

La primera muestra senos que matan a los insectos rojos.



Hay otros mundos pero están en éste. Hay otras vidas, pero están en ti.


sábado, 15 de agosto de 2020

"El olivo injertado" Poesía de Carlos Ramos Quintero

 




“El olivo injertado”: Es el fruto –más allá del lastre de la vida, del descubrimiento de la realidad interior que nos supera y nos da sentido. Alegría de llegar a buen puerto, los motivos y frutos de la fe. Carlos Ramos Quintero. La Habana, 1964, poeta y pintor. Anteriormente ha publicado “Ceniza fresca” (poesía) 2018. Actualmente reside en USA.



Como explicar lo que dice la tarde

(Para el poeta Arturo Doreste, in memoriam)

 

Me derrumba tu lejanía

La difícil palabra que no digo

Ese mirar de las sombras

Donde tú no estás conmigo.

 

El cuestionar de mi voz 

Que dice lo no nombrado

Y esa manera de amarme 

Tan dura como una roca;

Justo ahora cuando espero

Tu sonrisa de muñeca

Y mi corazón es piedra 

Soltada sobre el vacío.

 

 

No te canses

(A  José Luis, mi hermano)

 

 No te  canses  de  batallar

Inclínate tú  cuando  el  atropello  te  rodea

–los otros–

Es  todo  aquello  que  suma  peso 

A  la  vergüenza.

 

 

 

Carta al Gladiador 

 (A Denis Lemus)

 

Hay golpes tan fuertes yo no sé, decía Cesar Vallejo

–Mi caro amigo–

No es la arena, es el purpura que la tiñe

Aquel esfuerzo acumulado en el alma que revienta

Esas lágrimas en tu oración que bien se

Porque los labios se inundan de sal

La diaria oración donde conquistas las estrellas y estas responden

Te escribo hoy porque me enredo con las palabras 

y  no  puede  la  boca  lo  que  está  en  el  alma

Aquel boleto de avión para un cometido grande

Las tarjetas amarillas de un difícil juego

Sí –mi caro amigo–

Cómo del barro se puede hacer algo tan hermoso

Es aquí donde no basta la intención

Algo más tremendo se forja en el espíritu

Mi corazón navegante finalmente toca tierra

No existe ningún presagio

Hoy el que vive en mí y en ti

Es el un lucero que rompe las sombras

Ese alucinar donde cada sueño es una realidad

Jesús llenando de color la tela rota por la vida.











miércoles, 12 de agosto de 2020

 Obras y autores

Alexis Rosendo Fernández

El proyecto cultural Puente a la Vista (PV) apoya a escritores y artistas alternativos para que produzcan y difundan su obra dentro y fuera de Cuba. La revista Puente de Letras, el portal Puente a la Vista, la editorial Puente a la Vista Ediciones, el Festival Vista y sus redes asociadas, abren un abanico de espacios de promoción, publicación, presentación y en general apoyo a los creadores independientes, en un proceso de interacción con especialistas y autores exiliados. La revista digital humorística Arroz con Mango y el canal de PV en Youtube son otras de las herramientas que el proyecto pone al servicio de la independencia creativa. También, PV sirve de punto de referencia en la denuncia de violaciones de derechos humanos a artistas, periodistas y escritores. Por una cultura en libertad.











El escritor Alexis Rosendo Fernández responde las cuatro preguntas esenciales de nuestra página, una manera práctica de profundizar, con el creador, en su obra y sus experiencias:

Cuéntenos sobre sus inicios en la literatura. ¿Qué le impulsó a escribir y cuáles fueron sus primeros textos?

Respecto a eso, recuerdo un soneto de Shakespeare que decía más o menos así: “el hombre es el único animal que sabe lo que es, pero no lo que puede llegar a ser”… Y digo esto, porque mis inicios se fueron dando a través de las circunstancias. Me graduaba en 1987 de técnico de laboratorios, pero me fue imposible encontrar trabajo en La Habana de esa época. También me fue imposible entrar a la Universidad de la Habana, aun recorriendo cátedras de Química, Física (y menos de Historia del Arte; recuerdo que en estas dos últimas me ‘sugirieron’ como requisito estar afiliado a la “Juventud comunista”; nada nuevo, era lo de entonces…). Así que tuve que hacer varios trabajos para ganarme el pan y en mis ratos de ocio me exigía una superación personal, bastante rigurosa, a través de la lectura. Recuerdo entre otras cuando leí El Quijote, casi termino el primer tomo en solo una madrugada. Tuve muchas lecturas así… Recién en 1987, escribí mis primeros versos, malísimos, pero luego de un año fueron mejorando; algunos de los que sobrevivieron a esa época están editados en mi primer libro En el corazón de una frambuesa. Otra –para mí– fuente de crecimiento fue mi afiliación a la Sociedad Teosófica de Cuba y las prácticas de meditación yoga. Con juventud todo es una aventura. Luego de llegar a Miami, en 1996, poseía un conocimiento bastante sólido sobre estos temas. Más un pequeño cuaderno mecanografiado bajo el brazo que con el tiempo se convirtió en mi primer libro, antes mencionado.

Defina o mencione brevemente, por favor, aquello que los lectores descubrirán, o conocerán, a través de sus libros.

Debido a mis propias investigaciones sobre el terreno metafísico y lo universal en el campo de la literatura, creo que el lector podría encontrar mucho de: Entre lo puramente terreno y lo insospechado del espíritu; entre lo que creemos ser y lo que verdaderamente somos; entre la caída y la elevación del ser humano. Entre la más oscura desesperación y la esperanza infinita. También hay humor, crítica, inconformidad y una rebeldía que va siempre de la mano de la razón… La inspiración la he encontrado precisamente en medio de esa brecha. Desde muy joven he admirado a grandes hombres que han sabido llevar al mismo tiempo el valor y la humildad. Por lo que pienso que quien se precie de ir tras la poesía debe ser un hombre amante de la libertad y poseer un gran valor para poder adentrarse por dicha brecha, corriendo el riesgo de quedar atrapado para siempre. Porque la poesía, como cualquier creación artística, nos ronda al plantearnos seriamente las preguntas fundamentales de la existencia: ¿Qué somos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?  

Por otro lado, nunca me ha gustado ceñirme o encasillarme en un solo estilo o forma específica de creación; he tratado de tocarlas todas, como todas las estructuras poéticas. Desde el haiku, el soneto, la décima –aun la campesina y humorista. Sin despreciar la rima en contra del verso libre o viceversa… Los temas son siempre los mismos; lo que cambia son las modas de los tiempos. Quizás debido a mis estudios orientalistas, y de religiones comparadas, en mis libros no paso por alto todos esos temas que siguen estando hoy dentro del ideario del mundo. ¿El centro de todo?  Pues siempre es el hombre, el hombre y su realidad. El hombre que ama y, por tanto, sufre; el hombre que lucha, que crece, que espera, que vive y muere ante un universo siempre por descubrir.

Mencione tres autores o libros que considere fundamentales o que le hayan inspirado o influido durante su trayectoria creativa.

Sería injusto solo mencionar tres autores que me hayan influido, me han influido muchísimos libros y autores. Pudiera citar unos veinte o treinta entre narradores y poetas… De los poetas de Cuba: José Martí y todos los poetas de la generación de Orígenes. Entre estos últimos siempre he sentido predilección por Eliseo Diego y Lezama. Del extranjero recuerdo haber devorado a los veinte años una traducción bilingüe de T.S. Eliot, como una colección de poetas franceses, ingleses (de la que recuerdo y luego leí por separado a Mallarme, Baudelaire, Rimbaud, John Donne, Blake y Yeats, por ejemplo). Pero me siento identificado con muchos otros como Catulo, Ovidio, Whitman, Góngora, E. Pound, Dylan Thomas, Joaquín Pasos, Nicanor Parra, Uribe, etc. ¿Libros? Recuerdo con gran cariño El ciervo, de León Felipe. Los cantos pisanos, de Pound. Y una colección –también de esa época– de Pedro Salinas. (Ernest Hemingway, que ha pasado como el gran novelista que fue, también –a mi entender– fue un extraordinario poeta, pero hoy es muy difícil conseguir su poesía).

A partir de las nuevas teorías cuánticas según las cuales la esencia del universo no es la materia ni la energía, sino la información, ¿estamos a punto de descubrir que la vida es literatura?

Soy un aficionado de la física teórica, la cual me place comparar con las filosofías de los Vedas de la India. Yo pienso que la vida –no solo respecto al humano, sino ‘macro estructuralmente’, es y seguirá siendo un enigma. Quizás en este estado de conciencia no la podamos entender del todo, lo que no nos imposibilita pensarla y hacer expresión parcial de ella. Y ahí es donde entran las artes y en particular la literatura. Porque esta –la literatura – es una de las formas de re-crear la vida, de tratarnos de explicar “lo que sucede” y el “por qué de las cosas” que le acontecen al ser humano a través de su existencia –solo o entre otros (lo que denominamos sociedad). Esto, que de alguna forma sigue y seguirá siendo “un misterio” para él. Como, a su vez, lo es él para sí mismo.

Estructuralmente hablando la composición del universo material puede ser comparada a lo que hoy esas ciencias –que rozan en teoremas místicos y de gran elevación artística y filosófica– llaman “holograma”. Creo que esto le hizo ganar una serie de premios y reconocimientos a un gran físico moderno llamado David Bohm. Pero, siguiendo el hilo de la pregunta, no solo existe el lado “estructural” en lo que llamamos universo o realidad material. También podemos ver que coexiste el lado de la “psique” (inteligencia, memoria, sentimientos, emociones, vislumbres y recuerdos imposibles a veces, que nos incitan a adentrarnos en la pregunta de la existencia de algún truco o “un más allá”).

En ese punto es donde cabe el concepto a que aludes de “Información”. Al que la filosofía india llamaría “Purusha” –casi siempre traducida muy linealmente como “espíritu”, en conjunción con su contraparte “Prakriti”, o materia primordial. Pero más allá de estos dos conceptos básicos, existe el Verbo (Vach, en sánscrito) o la Palabra –el oxímoron de los griegos, la unión de los opuestos–, con la que, según las tradiciones antiguas, Dios crea y organiza su creación. Y luego los hombres conforman sus lenguajes para nombrar y ordenar todas las cosas… Lo que nos lleva de vuelta a responderte afirmativamente tu pregunta porque, bajo estas pautas, el Universo puede ser comprendido como un poema enorme en constante construcción.


Alexis Rosendo Fernández nació en La Habana en 1969. Es poeta y conferencista de Filosofía Vedanta de la India. Presidente y Fundador de la Asociación Ramakrishna Vedanta de Miami (2002-2006). Entre sus libros publicados figuran ‘Verbum’, ‘Poemas para Yolanda’ y ‘En el corazón de una frambuesa’. Reside en Estados Unidos.







Premio Diogenes de Poesía, México 2024. Título: "En medio del tiempo de la espera" Autor: Alexis Rosendo Fernández.

  En medio del tiempo de la espera                                                                                            Para Suren, ...