Hombre solo
Para Armando Pérez Blanco
(“Un Pérez cualquiera") como él nos decía.
Ese hombre que estrenas día a día,
ese árbol desnudo, ese árbol tibio,
ese hombre sin boca, ese hombre sin nombre,
ése,
cuyos ojos mascan y desligan las hilachas de la lujuria.
Ese hombre que escucha los pasos de alguien que no existe.
Ese hombre que aun no sabe que ha sido perdonado.
Ese hombre jergal y sublime,
como no hay otro que se le parezca...
Ama la soledad de las paredes,
la taciturnidad de algunas sombras
y el gran escapulario.
Ese hombre, un hombre
en un reducto del mundo
desciende solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario